viernes, 18 de diciembre de 2009

LA PEQUEÑA HAWA

Y de repente apareció, esa luz que te penetra y calienta el corazón, esa energía que te llena y te hace volátil a la vez, ese que se yo que yo que sé que te embruja para siempre y llama a cada instante recordándote que ahí fuera HAY ALGO ESPECIAL que merece la pena encontrar. En este caso se llamaba Hawa.


El brillo de sus ojos no era más que un pequeño destello de lo que guarda en su interior, una pequeña pero muy preciosa gema que algún día brillará tanto que yo podré verlo desde aquí.

Cuando las palabras no bastan para comunicar lo que uno siente, sobran. Si hubiera podido decirle lo que sentía al separarnos no hubiera sido tan exacta como aquella última mirada que nos intercambiamos.

No sé si algún día volveré a verla y si es así seguramente no se acordará de mi pero sí estoy segura de que yo NUNCA LA OLVIDARÉ.

Espero, en mi ingenua creencia de que estar en la mente de alguien te ayuda a crecer, que yo desde aquí pueda devolverle algo de lo que tan generosamente ella me aportó.

2 comentarios:

  1. Preciosas palabras que expresan con platicidad la simpleza e inmensidad de un sentimiento puro.

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  2. Muchas Gracias, es una preciosa y pequeña luciérnaga que me traje de un viaje a Senegal.

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