Este blog está creado como actividad de la Asignatura Comunicación Educativa de la diplomatura Educación Social de la UNED que no ha hecho más que acrecentar el sentimiento que de unos años a esta parte tenía de infoxicación, o sea, intoxicación de información.
A veces me siento como en un bazar árabe, hay tanto, tanto y tantos estímulos que llaman tu atención incluso de forma agresiva que llega un momento en que no recuerdas lo que querías y sientes como tiran de ti cada uno de un brazo, una pierna y te inmovilizan como si en una tela de araña hubieras caído.
El foro y los chat de esta asignatura alimentan esa sensación en mí y he pensado que quizá si en lugar de añadir a favoritos, escribir en mi agenda o imprimirme los mensajes con enlaces de temas que me puedan interesar, hago aquí una recopilación de los mismos, Quizá, solo quizá, consiga hacerme con un mapa de ruta para no perderme y quien sabe, si me funciona, quizá solo quizá lo pueda ampliar para guiarme en la selva general de internet y dejar de sentir que necesitaría mil vidas para explorar este infinito mundo.
Y entonces y sólo quizá empezar a desinfoxicarme. Espero que ayudéis, cualquier recomendación será bienvenida.
viernes, 18 de diciembre de 2009
LA PEQUEÑA HAWA
Y de repente apareció, esa luz que te penetra y calienta el corazón, esa energía que te llena y te hace volátil a la vez, ese que se yo que yo que sé que te embruja para siempre y llama a cada instante recordándote que ahí fuera HAY ALGO ESPECIAL que merece la pena encontrar. En este caso se llamaba Hawa.
El brillo de sus ojos no era más que un pequeño destello de lo que guarda en su interior, una pequeña pero muy preciosa gema que algún día brillará tanto que yo podré verlo desde aquí.
Cuando las palabras no bastan para comunicar lo que uno siente, sobran. Si hubiera podido decirle lo que sentía al separarnos no hubiera sido tan exacta como aquella última mirada que nos intercambiamos.
No sé si algún día volveré a verla y si es así seguramente no se acordará de mi pero sí estoy segura de que yo NUNCA LA OLVIDARÉ.
Espero, en mi ingenua creencia de que estar en la mente de alguien te ayuda a crecer, que yo desde aquí pueda devolverle algo de lo que tan generosamente ella me aportó.
El brillo de sus ojos no era más que un pequeño destello de lo que guarda en su interior, una pequeña pero muy preciosa gema que algún día brillará tanto que yo podré verlo desde aquí.
Cuando las palabras no bastan para comunicar lo que uno siente, sobran. Si hubiera podido decirle lo que sentía al separarnos no hubiera sido tan exacta como aquella última mirada que nos intercambiamos.
No sé si algún día volveré a verla y si es así seguramente no se acordará de mi pero sí estoy segura de que yo NUNCA LA OLVIDARÉ.
Espero, en mi ingenua creencia de que estar en la mente de alguien te ayuda a crecer, que yo desde aquí pueda devolverle algo de lo que tan generosamente ella me aportó.
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